El deporte como vía de escape, ocio y socialización
Barcelona. 14/11/2014. Carla Moure, Daniel Solera, Eva Torrent y Carlos Vecino.- La práctica deportiva ha experimentado un gran
crecimiento en nuestro país en lo que llevamos de siglo, coincidiendo con la
Edad de Oro de nuestros deportistas en todo tipo de disciplinas, que han
conseguido reconocimiento internacional en deportes como el fútbol, el
baloncesto, pádel, la Fórmula 1 o la gimnasia rítmica.
Según el Centro de Investigaciones Sociológicas
(CIS) la práctica de ejercicio ha crecido en los últimos tiempos en casi todos
los grupos de edad y, especialmente, en aquellos que antes hacían menos
deporte, como los mayores de 65 años.
Hacer ejercicio se ha forjado como una de las principales
vías para evadirse, divertirse, relacionarse, socializarse y reforzar la
personalidad para mejorar la salud física y mental de quienes lo practican.
Como afirma Miquel Moragas, profesor de Comunicación en la UAB y estudioso del
deporte desde el punto de vista cultural, el deporte ha emergido en la sociedad
posmoderna como una institución de interrelación entre los individuos,
transmisora de valores sociales. "El deporte expresa los valores de
coraje, éxito e integridad”, afirma.
El deporte tiene una gran presencia en
nuestro día a día, tanto en su faceta de espectáculo como en la dimensión más
práctica: la de entender el deporte como ocio, como hobby. Los ciudadanos han
dejado de ser meros seguidores y ahora son ellos quienes también practican
deporte, sin mayor pretensión que sentirse bien con ellos mismos. Entre los
deportes que están ganando más adeptos encontramos el pádel, el triatlón y el running.
El pádel, valor al alza en Cataluña
Cada vez son más las personas que se
apuntan a jugar a este deporte de raqueta para mantenerse en forma, liberar
adrenalina o simplemente pasar un buen rato junto a compañeros de empresa.
El deporte como vía de escape, ocio y socialización
Barcelona. 14/11/2014. Carla Moure, Daniel Solera, Eva Torrent y Carlos Vecino.- La práctica deportiva ha experimentado un gran
crecimiento en nuestro país en lo que llevamos de siglo, coincidiendo con la
Edad de Oro de nuestros deportistas en todo tipo de disciplinas, que han
conseguido reconocimiento internacional en deportes como el fútbol, el
baloncesto, pádel, la Fórmula 1 o la gimnasia rítmica.
Según el Centro de Investigaciones Sociológicas
(CIS) la práctica de ejercicio ha crecido en los últimos tiempos en casi todos
los grupos de edad y, especialmente, en aquellos que antes hacían menos
deporte, como los mayores de 65 años.
Hacer ejercicio se ha forjado como una de las principales
vías para evadirse, divertirse, relacionarse, socializarse y reforzar la
personalidad para mejorar la salud física y mental de quienes lo practican.
Como afirma Miquel Moragas, profesor de Comunicación en la UAB y estudioso del
deporte desde el punto de vista cultural, el deporte ha emergido en la sociedad
posmoderna como una institución de interrelación entre los individuos,
transmisora de valores sociales. "El deporte expresa los valores de
coraje, éxito e integridad”, afirma.
El deporte tiene una gran presencia en
nuestro día a día, tanto en su faceta de espectáculo como en la dimensión más
práctica: la de entender el deporte como ocio, como hobby. Los ciudadanos han
dejado de ser meros seguidores y ahora son ellos quienes también practican
deporte, sin mayor pretensión que sentirse bien con ellos mismos. Entre los
deportes que están ganando más adeptos encontramos el pádel, el triatlón y el running.
El pádel, valor al alza en Cataluña
Cada vez son más las personas que se apuntan a jugar a este deporte de raqueta para mantenerse en forma, liberar adrenalina o simplemente pasar un buen rato junto a compañeros de empresa.

Javier Megías jugando a pádel
Foto: Daniel Solera
Javier Megías está a punto de cumplir los 25 años y ha abandonado su antigua pasión -el
futbol- para encontrar en el pádel una vía para seguir practicando deporte. Lo
que empezó como un simple juego para divertirse los fines de semana, se ha
convertido en un deporte que le ha cautivado día a día.
“El pádel es una liberación muy grande
en mi vida, gasto toda la adrenalina que llevo dentro”, afirma Megías. Desde pequeño siempre ha practicado todo tipo de
actividades extraescolares en el colegio y, más tarde, empezó a jugar en un
equipo de fútbol hasta los 21 años. "Cuando llevas casi toda tu vida
compitiendo y haciendo ejercicio físico, es tu propio cuerpo quien te lo pide”,
añade.

Javier Megías realizando
un golpe de derecha
Foto: Daniel Solera
No fue una decisión concreta lo que
llevó a jugar al pádel a Javier Megías: “echaba mucho de menos el hecho de
jugar. Alguien como yo que está acostumbrado a competir cada fin de semana
necesita sentir esa adrenalina por dentro, estar en el sofá de casa sin
hacer nada es duro”. Por eso añade que “un día estaba cenando con unos amigos y
estábamos hablando sobre qué íbamos a hacer ese fin de semana. Decidimos que
queríamos probar a jugar a pádel y fue dicho y hecho”. No obstante, el
motivo que hizo que se decantasen por el pádel y no por el tenis fue sencillo:
“es más económico, más sencillo y el esfuerzo es mucho menor. Cuando juegas en
una pista de pádel no dejas de estar dentro de una ‘caja’ en la que puedes
jugar con diferentes cosas. No hace falta ser excesivamente rápido y para gente
novata como nosotros era lo más fácil”.
Javier Megías recuerda sus inicios:
"Tienes que parar cada dos por tres a recoger la pelota porque los puntos
te duran muy poco, pero poco a poco vas cogiendo soltura, empiezas a
tocar mejor la bola y, al final, acabas queriendo jugar cada fin de semana”.
Tanto es así, que ya se ha convertido en un jugador habitual y le ha ayudado a
conocer a otras personas: “Cuando vas a jugar habitualmente también conoces a
más gente y también juegas con ellos. Normalmente quedamos para jugar los sábados
y los domingos por la mañana cuando no hay ningún torneo”.
Javier Megías jugando a pádel Foto: Daniel Solera |
Javier Megías está a punto de cumplir los 25 años y ha abandonado su antigua pasión -el
futbol- para encontrar en el pádel una vía para seguir practicando deporte. Lo
que empezó como un simple juego para divertirse los fines de semana, se ha
convertido en un deporte que le ha cautivado día a día.
“El pádel es una liberación muy grande
en mi vida, gasto toda la adrenalina que llevo dentro”, afirma Megías. Desde pequeño siempre ha practicado todo tipo de
actividades extraescolares en el colegio y, más tarde, empezó a jugar en un
equipo de fútbol hasta los 21 años. "Cuando llevas casi toda tu vida
compitiendo y haciendo ejercicio físico, es tu propio cuerpo quien te lo pide”,
añade.
Javier Megías realizando un golpe de derecha Foto: Daniel Solera |
No fue una decisión concreta lo que
llevó a jugar al pádel a Javier Megías: “echaba mucho de menos el hecho de
jugar. Alguien como yo que está acostumbrado a competir cada fin de semana
necesita sentir esa adrenalina por dentro, estar en el sofá de casa sin
hacer nada es duro”. Por eso añade que “un día estaba cenando con unos amigos y
estábamos hablando sobre qué íbamos a hacer ese fin de semana. Decidimos que
queríamos probar a jugar a pádel y fue dicho y hecho”. No obstante, el
motivo que hizo que se decantasen por el pádel y no por el tenis fue sencillo:
“es más económico, más sencillo y el esfuerzo es mucho menor. Cuando juegas en
una pista de pádel no dejas de estar dentro de una ‘caja’ en la que puedes
jugar con diferentes cosas. No hace falta ser excesivamente rápido y para gente
novata como nosotros era lo más fácil”.
Javier Megías recuerda sus inicios:
"Tienes que parar cada dos por tres a recoger la pelota porque los puntos
te duran muy poco, pero poco a poco vas cogiendo soltura, empiezas a
tocar mejor la bola y, al final, acabas queriendo jugar cada fin de semana”.
Tanto es así, que ya se ha convertido en un jugador habitual y le ha ayudado a
conocer a otras personas: “Cuando vas a jugar habitualmente también conoces a
más gente y también juegas con ellos. Normalmente quedamos para jugar los sábados
y los domingos por la mañana cuando no hay ningún torneo”.
El atletismo está de moda

Alba Manzano preparándose para una carrera
Foto: cedida por Alba Manzano
El running se ha convertido en uno de los deportes
más practicados hoy en España. En todas las ciudades se han creado verdaderas legiones de
corredores, aunque ya hace tiempo que hacer footing y, por consiguiente, el atletismo
lleva atrayendo a mucha gente, entre ellos a Alba Manzano, atleta de
100 metros vallas de 22 años. Ella ya lleva 13 años en este deporte y le supone una forma de abstracción y de ocio, una manera de seguir
superándose día a día.
“Creo que el deporte es
una vía de escape y una forma de disciplina, cosa que se ve reflejada en la educación
de los niños que lo practican desde pequeños”, asegura Manzano.
Actualmente se encuentra en su 14ª temporada pero
reconoce que cuando empezó no podía imaginarse que acabaría convirtiéndose en
algo tan importante en su vida. “No soy atleta sólo en la pista o en el
entrenamiento; lo soy siempre y lo soy porque me siento así”, asegura la atleta.
En el atletismo, al igual que muchos otros deportes,
prima la competitividad y en el caso de Manzano también la ha convertido en
una persona más ambiciosa en otras facetas de la vida.
Alba Manzano es una deportista amateur y
nunca se ha planteado vivir de ello aunque ha ganado medallas nacionales en
categorías bajas. Según la atleta, “como salida profesional es prácticamente imposible, como
mínimo en España. Nos han reducido las becas, que prácticamente no existen, y
cada vez tenemos menos apoyo”.

Montaje de Alba Manzano compitiendo.
Foto: Carla Moure y Eva Torrent
y cesión de Alba Manzano
Llegar a ser profesional es muy complicado, tanto es así
que “muchos atletas olímpicos han tenido que reducir sus jornadas de entreno
porque necesitan trabajar si quieren seguir adelante con su vida”. Así pues, deben pasar a dedicar menos horas al deporte aunque sean personas con un gran
potencial.
A ella el deporte le aporta mucha satisfacción pero
también hay una parte negativa en esta forma de ocio.
Manzano reconoce que es complicado compaginar su pasión
por el atletismo con su vida laboral, y sobre todo, sus estudios.
“Puedo compaginarlo gracias a que en el trabajo
entienden mi situación y son flexibles con los horarios y porque, al ser un
deporte individual, puedo entrenar sola aunque tampoco es fácil entrenar sola…
Siempre hay días que cuesta más y no tener a alguien que tire de ti en esos
momentos es un problema”, comenta.
Aún así, Manzano no se ha planteado nunca dejar de practicar atletismo: “¿por qué iba a dejar de hacer lo que realmente me gusta? Estoy cansada y
estresada, pero sigue valiendo la pena”.
El atletismo está de moda
Alba Manzano preparándose para una carrera Foto: cedida por Alba Manzano |
El running se ha convertido en uno de los deportes
más practicados hoy en España. En todas las ciudades se han creado verdaderas legiones de
corredores, aunque ya hace tiempo que hacer footing y, por consiguiente, el atletismo
lleva atrayendo a mucha gente, entre ellos a Alba Manzano, atleta de
100 metros vallas de 22 años. Ella ya lleva 13 años en este deporte y le supone una forma de abstracción y de ocio, una manera de seguir
superándose día a día.
“Creo que el deporte es
una vía de escape y una forma de disciplina, cosa que se ve reflejada en la educación
de los niños que lo practican desde pequeños”, asegura Manzano.
Actualmente se encuentra en su 14ª temporada pero
reconoce que cuando empezó no podía imaginarse que acabaría convirtiéndose en
algo tan importante en su vida. “No soy atleta sólo en la pista o en el
entrenamiento; lo soy siempre y lo soy porque me siento así”, asegura la atleta.
En el atletismo, al igual que muchos otros deportes,
prima la competitividad y en el caso de Manzano también la ha convertido en
una persona más ambiciosa en otras facetas de la vida.
Alba Manzano es una deportista amateur y
nunca se ha planteado vivir de ello aunque ha ganado medallas nacionales en
categorías bajas. Según la atleta, “como salida profesional es prácticamente imposible, como
mínimo en España. Nos han reducido las becas, que prácticamente no existen, y
cada vez tenemos menos apoyo”.
Montaje de Alba Manzano compitiendo. Foto: Carla Moure y Eva Torrent y cesión de Alba Manzano |
Llegar a ser profesional es muy complicado, tanto es así
que “muchos atletas olímpicos han tenido que reducir sus jornadas de entreno
porque necesitan trabajar si quieren seguir adelante con su vida”. Así pues, deben pasar a dedicar menos horas al deporte aunque sean personas con un gran
potencial.
A ella el deporte le aporta mucha satisfacción pero
también hay una parte negativa en esta forma de ocio.
Manzano reconoce que es complicado compaginar su pasión
por el atletismo con su vida laboral, y sobre todo, sus estudios.
“Puedo compaginarlo gracias a que en el trabajo
entienden mi situación y son flexibles con los horarios y porque, al ser un
deporte individual, puedo entrenar sola aunque tampoco es fácil entrenar sola…
Siempre hay días que cuesta más y no tener a alguien que tire de ti en esos
momentos es un problema”, comenta.
Aún así, Manzano no se ha planteado nunca dejar de practicar atletismo: “¿por qué iba a dejar de hacer lo que realmente me gusta? Estoy cansada y estresada, pero sigue valiendo la pena”.
El deporte tiene muchos significados -casi tantos como disciplinas- y para los protagonistas seleccionados todas sus
acepciones son positivas. Se ha convertido así en una especie de religión
posmoderna para sus fieles, que aseguran todos al unísono que les hace sentir bien con ellos mismos y superarse día a día, además de divertirse, abstraerse y
socializarse.
El deporte tiene muchos significados -casi tantos como disciplinas- y para los protagonistas seleccionados todas sus
acepciones son positivas. Se ha convertido así en una especie de religión
posmoderna para sus fieles, que aseguran todos al unísono que les hace sentir bien con ellos mismos y superarse día a día, además de divertirse, abstraerse y
socializarse.
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