Brittany Maynard reabre el debate de la eutanasia gracias a su campaña en Internet por una muerte digna
Barcelona. 7/11/2014. Carlos Mancera, Federico Mangiagalli y Judit Melis.- El pasado 1 de noviembre Brittany Maynard murió tras ingerir voluntariamente una dosis letal de barbitúricos en su casa de Portland, Oregón. La joven californiana de 29 años había sido diagnosticada de un cáncer de cerebro terminal en enero y decidió mudarse al estado vecino para poder tener una muerte digna. Su caso no es único, pero sí lo es la atención mediática que ha recibido. El debate sobre el derecho a morir dignamente se reactiva ahora en muchos países donde no se permite esta práctica, la eutanasia.
Video publicado por la campaña Compassio&Choices sobre el caso de la joven
¿Qué es la Eutanasia? El caso de Brittany Maynard
La OMS (Organización Mundial de la Salud) define el concepto de Eutanasia como aquella "acción del médico que provoca deliberadamente la muerte del paciente". En este sentido, se entiende que la acción del médico forma parte de esta práctica por directa voluntad del paciente. La Eutanasia tiene sentido cuando se diagnostica una enfermedad terminal y es en ese momento, en que la propia persona puede decidir qué hacer con su vida. La práctica de la eutanasia es más compleja de lo que se cree, ya que se puede llevar a cabo por acción directa o indirecta. La primera opción se materializa con la acción premeditada de proporcionar una inyección mortal al terminal; la otra a acabar con la vida del enfermo dejando de suministrar el soporte necesario para mantenerlo con vida.
En los últimos meses, las redes sociales, Internet y varios medios de comunicación han estado muy pendientes de la evolución del caso de Brittany Maynard, una joven de 29 años enferma terminal por un cáncer cerebral. El 1 de enero la californiana recibió su diagnóstico y empezó el correspondiente tratamiento, pero los médicos le informaron de que la evolución del cáncer sería dura, por lo que estimaron que su esperanza de vida no llegaría al 2015. La decisión de Maynard fue poner día y hora a su muerte, de una forma legal y voluntaria. Con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la importancia de la eutanasia, Brittany Maynard, inició una campaña mediante la organización Compassion and Choices. La intención básica del proyecto se basa en impulsar una legislación que legitime el derecho a morir dignamente gracias al suicidio asistido en los EE.UU. En la web de la plataforma se colgaban vídeos donde la propia protagonista de la historia contaba su evolución. En el primero de sus vídeos se anunció el día de su muerte, el 1 de noviembre de este año, fecha marcada para poder cumplir algunos sueños de su vida, como visitar el cañón del Colorado.
El otro gran sueño que pudo cumplir la norteamericana es el de morir dignamente, dónde ella eligió y rodeada de sus seres más queridos. Para conseguirlo, ella y el resto de su familia tuvo que mudarse de Oakland (California) a Portland (Oregón), para así poder recibir asistencia médica para su muerte voluntaria. El único y especial motivo de la mudanza fue la de llevar a cabo el proceso de una forma legal. En 1997 entró en vigor en Oregón la Ley de muerte digna, uno de los 5 estados de Norteamérica donde es legal llevar a cabo la eutanasia.
La visión de la eutanasia en el mundo
La eutanasia continúa siendo un tema espinoso para la sociedad. Actualmente solamente seis países (cuatro de ellos europeos) amparan la muerte digna dentro de su ley. En uno de ellos, Bélgica, se ha aprobado este mismo año la eutanasia infantil.

Gráfico de los países que permiten la Eutanasia. Fuente: Eutanasia Informativa
Uno de los primeros países en legalizar la Eutanasia fue Holanda. Su parlamento la aprobó, junto con el suicidio asistido, en 2001. Así pues, los médicos pueden asistir el suicidio en caso de que los pacientes lo deseen, padezcan dolores insoportables y no haya esperanza de curación. Es imprescindible que se informe de cada caso a una comisión -un médico, un abogado y un experto- que valoraran la ética de la práctica. En caso que esta comisión tenga dudas, se recurre a la justícia.
Junto con Holanda, otro país que ya hace tiempo que tomó una decisión al respecto fue Bélgica, que aprobó su ley de eutanasia en 2002 y que permite que los adultos en situación incurable elijan poner fin a su vida; siempre que un médico certifique un sufrimiento insoportable. También se ha sumado Países Bajos, aprobando una ley este mismo año que permite la eutanasia en los niños en estado terminal, siempre en consentimiento de los padres. El tercer país en sumarse a la lista fue Luxemburgo, que despenalizó la eutanasia y el suicidio asistido en 2009. Se respeta la “libertad de conciencia del médico” y se da la posibilidad a quienes quieran anticiparse al momento de firmar lo que se llama un “testamento vital” en el que la persona deja constancia por escrito de su voluntad de morir. En Suiza el derecho a decidir sobre la propia muerta está ampliamente aceptado, pero la eutanasia está prohibida. La ley permite el suicido asistido en el que se facilita a los enfermos terminales consejo y las sustancias letales para morir, que ingieren por su cuenta y no con la ayuda del médico. De hecho, sólo hay dos entidades que lo practican: Exit y Dignitas, que acepta peticiones de suicidio asistido de personas de todo el mundo.
Los estados de Oregón, Washington, Montana y Vermont son los únicos en los Estados Unidos que permiten el suicidio asistido (la eutanasia está prohibida), aunque con ciertas restricciones. Oregón, tras un referéndum, lo permitió en 1994; el estado de Washington en 2009; el estado de Montana en 2010 y, el año pasado, se aprobó en Vermont. Los médicos pueden allí prescribir drogas a pacientes terminales con una expectativa de vida no mayor a seis meses, para que ellos mismos se las administren. Por último está el caso de Colombia, donde la eutanasia se considera un derecho fundamental. Sin embargo, a pesar de ser legal, no tiene un reglamento, es decir, no existe un procedimiento de cómo y cuando aplicarla.
La polémica no decae
El debate sobre la eutanasia y el suicidio asistido se ha ampliado enormemente en los últimos años. Desde el punto de vista jurídico, moral y religioso hay personas que se declinan por la eutanasia activa (implica el establecimiento o la aceleración de la muerte a través de la intervención directa del médico con los fármacos letales) o por la eutanasia pasiva (dejar de subministrar los medicamentos y elementos básicos para la supervivencia a la enfermedad correspondiente). En este sentido, una parte de la sociedad no considera la pasiva como una práctica dentro de la Eutanasia ya que no aceleras el proceso natural de la muerte.
La iglesia católica se opone a cualquier forma de eutanasia, activa o por omisión, fomentando al mismo tiempo el uso de los cuidados paliativos (los cuidados paliativos se administran en una pacientes activos y totales que sufren de una enfermedad que ya no responde a los tratamientos específicos cuyo destino es la muerte; el principal objetivo de estos tipos de cuidados es para dar sentido y dignidad a la vida del paciente hasta el final) y considera moralmente aceptable utilizar analgésicos para tratar el dolor, incluso en los casos que llevan, como efecto secundario y no es necesario, a "acortar la vida del paciente". Deja en lugar de suspender, a petición del paciente, los procedimientos médicos onerosos, peligrosos, extraordinarios o desproporcionados a los resultados esperados.
El debate
En el debate sobre la eutanasia se recurren a diferentes argumentos a favor o en contra de esta práctica. Algunos de los argumentos a favor son que la eutanasia terminaría con el sufrimiento del paciente. Aunque el dolor pueda controlarse de manera relativamente eficaz hoy en día; algunos otros sufrimientos persisten, como la pérdida de control sobre su cuerpo con la consiguiente pérdida de autonomía y degradación de la calidad de vida. Otro punto a favor es que legalizar o despenalizar la eutanasia permite practicarla dentro de un marco médico que podría limitar los riesgos de su práctica clandestina.
El concepto de 'dignidad humana' se usa tanto a favor como en contra de la eutanasia. Cuando se usa a favor se esgrime el derecho a elegir libremente el momento de la muerte dado que la enfermedad se percibe como una degradación inaceptable de la condición del paciente. El concepto de libertad se usa también refiriéndose a la libertad que tiene el ser humano sobre su vida y su cuerpo y, por tanto, sobre las decisiones que se relacionen con ellos. Algunos argumentan que es legítimo considerar que los recursos médicos deben dirigirse a pacientes cuya vida pueda salvarse (o a cubrir otras necesidades sanitarias) y no a tratamientos costosos para aquellos que tienen una esperanza de vida baja o terminales.
También hay, por supuesto, una gran cantidad de posiciones e ideas contra la eutanasia, como la idea de que se esgrimen en muchos casos razones de orden moral que conciernen de manera general el homicidio y el suicidio. La inviolabilidad de la vida humana dentro de algunas tradiciones religiosas se basa en la concepción de la vida como un don de Dios sobre el que el hombre no puede disponer libremente. Algunos cristianos llegan incluso a considerar que el sufrimiento humano tiene un valor positivo para el enfermo terminal en la medida que lo acerca del sufrimiento de Cristo.
Brittany Maynard reabre el debate de la eutanasia gracias a su campaña en Internet por una muerte digna
Barcelona. 7/11/2014. Carlos Mancera, Federico Mangiagalli y Judit Melis.- El pasado 1 de noviembre Brittany Maynard murió tras ingerir voluntariamente una dosis letal de barbitúricos en su casa de Portland, Oregón. La joven californiana de 29 años había sido diagnosticada de un cáncer de cerebro terminal en enero y decidió mudarse al estado vecino para poder tener una muerte digna. Su caso no es único, pero sí lo es la atención mediática que ha recibido. El debate sobre el derecho a morir dignamente se reactiva ahora en muchos países donde no se permite esta práctica, la eutanasia.
Video publicado por la campaña Compassio&Choices sobre el caso de la joven
¿Qué es la Eutanasia? El caso de Brittany Maynard
La OMS (Organización Mundial de la Salud) define el concepto de Eutanasia como aquella "acción del médico que provoca deliberadamente la muerte del paciente". En este sentido, se entiende que la acción del médico forma parte de esta práctica por directa voluntad del paciente. La Eutanasia tiene sentido cuando se diagnostica una enfermedad terminal y es en ese momento, en que la propia persona puede decidir qué hacer con su vida. La práctica de la eutanasia es más compleja de lo que se cree, ya que se puede llevar a cabo por acción directa o indirecta. La primera opción se materializa con la acción premeditada de proporcionar una inyección mortal al terminal; la otra a acabar con la vida del enfermo dejando de suministrar el soporte necesario para mantenerlo con vida.
En los últimos meses, las redes sociales, Internet y varios medios de comunicación han estado muy pendientes de la evolución del caso de Brittany Maynard, una joven de 29 años enferma terminal por un cáncer cerebral. El 1 de enero la californiana recibió su diagnóstico y empezó el correspondiente tratamiento, pero los médicos le informaron de que la evolución del cáncer sería dura, por lo que estimaron que su esperanza de vida no llegaría al 2015. La decisión de Maynard fue poner día y hora a su muerte, de una forma legal y voluntaria. Con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la importancia de la eutanasia, Brittany Maynard, inició una campaña mediante la organización Compassion and Choices. La intención básica del proyecto se basa en impulsar una legislación que legitime el derecho a morir dignamente gracias al suicidio asistido en los EE.UU. En la web de la plataforma se colgaban vídeos donde la propia protagonista de la historia contaba su evolución. En el primero de sus vídeos se anunció el día de su muerte, el 1 de noviembre de este año, fecha marcada para poder cumplir algunos sueños de su vida, como visitar el cañón del Colorado.
El otro gran sueño que pudo cumplir la norteamericana es el de morir dignamente, dónde ella eligió y rodeada de sus seres más queridos. Para conseguirlo, ella y el resto de su familia tuvo que mudarse de Oakland (California) a Portland (Oregón), para así poder recibir asistencia médica para su muerte voluntaria. El único y especial motivo de la mudanza fue la de llevar a cabo el proceso de una forma legal. En 1997 entró en vigor en Oregón la Ley de muerte digna, uno de los 5 estados de Norteamérica donde es legal llevar a cabo la eutanasia.
La visión de la eutanasia en el mundo
La eutanasia continúa siendo un tema espinoso para la sociedad. Actualmente solamente seis países (cuatro de ellos europeos) amparan la muerte digna dentro de su ley. En uno de ellos, Bélgica, se ha aprobado este mismo año la eutanasia infantil.
Gráfico de los países que permiten la Eutanasia. Fuente: Eutanasia Informativa |
Junto con Holanda, otro país que ya hace tiempo que tomó una decisión al respecto fue Bélgica, que aprobó su ley de eutanasia en 2002 y que permite que los adultos en situación incurable elijan poner fin a su vida; siempre que un médico certifique un sufrimiento insoportable. También se ha sumado Países Bajos, aprobando una ley este mismo año que permite la eutanasia en los niños en estado terminal, siempre en consentimiento de los padres. El tercer país en sumarse a la lista fue Luxemburgo, que despenalizó la eutanasia y el suicidio asistido en 2009. Se respeta la “libertad de conciencia del médico” y se da la posibilidad a quienes quieran anticiparse al momento de firmar lo que se llama un “testamento vital” en el que la persona deja constancia por escrito de su voluntad de morir. En Suiza el derecho a decidir sobre la propia muerta está ampliamente aceptado, pero la eutanasia está prohibida. La ley permite el suicido asistido en el que se facilita a los enfermos terminales consejo y las sustancias letales para morir, que ingieren por su cuenta y no con la ayuda del médico. De hecho, sólo hay dos entidades que lo practican: Exit y Dignitas, que acepta peticiones de suicidio asistido de personas de todo el mundo.
Los estados de Oregón, Washington, Montana y Vermont son los únicos en los Estados Unidos que permiten el suicidio asistido (la eutanasia está prohibida), aunque con ciertas restricciones. Oregón, tras un referéndum, lo permitió en 1994; el estado de Washington en 2009; el estado de Montana en 2010 y, el año pasado, se aprobó en Vermont. Los médicos pueden allí prescribir drogas a pacientes terminales con una expectativa de vida no mayor a seis meses, para que ellos mismos se las administren. Por último está el caso de Colombia, donde la eutanasia se considera un derecho fundamental. Sin embargo, a pesar de ser legal, no tiene un reglamento, es decir, no existe un procedimiento de cómo y cuando aplicarla.
La polémica no decae
El debate sobre la eutanasia y el suicidio asistido se ha ampliado enormemente en los últimos años. Desde el punto de vista jurídico, moral y religioso hay personas que se declinan por la eutanasia activa (implica el establecimiento o la aceleración de la muerte a través de la intervención directa del médico con los fármacos letales) o por la eutanasia pasiva (dejar de subministrar los medicamentos y elementos básicos para la supervivencia a la enfermedad correspondiente). En este sentido, una parte de la sociedad no considera la pasiva como una práctica dentro de la Eutanasia ya que no aceleras el proceso natural de la muerte.
La iglesia católica se opone a cualquier forma de eutanasia, activa o por omisión, fomentando al mismo tiempo el uso de los cuidados paliativos (los cuidados paliativos se administran en una pacientes activos y totales que sufren de una enfermedad que ya no responde a los tratamientos específicos cuyo destino es la muerte; el principal objetivo de estos tipos de cuidados es para dar sentido y dignidad a la vida del paciente hasta el final) y considera moralmente aceptable utilizar analgésicos para tratar el dolor, incluso en los casos que llevan, como efecto secundario y no es necesario, a "acortar la vida del paciente". Deja en lugar de suspender, a petición del paciente, los procedimientos médicos onerosos, peligrosos, extraordinarios o desproporcionados a los resultados esperados.
El debate
En el debate sobre la eutanasia se recurren a diferentes argumentos a favor o en contra de esta práctica. Algunos de los argumentos a favor son que la eutanasia terminaría con el sufrimiento del paciente. Aunque el dolor pueda controlarse de manera relativamente eficaz hoy en día; algunos otros sufrimientos persisten, como la pérdida de control sobre su cuerpo con la consiguiente pérdida de autonomía y degradación de la calidad de vida. Otro punto a favor es que legalizar o despenalizar la eutanasia permite practicarla dentro de un marco médico que podría limitar los riesgos de su práctica clandestina.
El concepto de 'dignidad humana' se usa tanto a favor como en contra de la eutanasia. Cuando se usa a favor se esgrime el derecho a elegir libremente el momento de la muerte dado que la enfermedad se percibe como una degradación inaceptable de la condición del paciente. El concepto de libertad se usa también refiriéndose a la libertad que tiene el ser humano sobre su vida y su cuerpo y, por tanto, sobre las decisiones que se relacionen con ellos. Algunos argumentan que es legítimo considerar que los recursos médicos deben dirigirse a pacientes cuya vida pueda salvarse (o a cubrir otras necesidades sanitarias) y no a tratamientos costosos para aquellos que tienen una esperanza de vida baja o terminales.
También hay, por supuesto, una gran cantidad de posiciones e ideas contra la eutanasia, como la idea de que se esgrimen en muchos casos razones de orden moral que conciernen de manera general el homicidio y el suicidio. La inviolabilidad de la vida humana dentro de algunas tradiciones religiosas se basa en la concepción de la vida como un don de Dios sobre el que el hombre no puede disponer libremente. Algunos cristianos llegan incluso a considerar que el sufrimiento humano tiene un valor positivo para el enfermo terminal en la medida que lo acerca del sufrimiento de Cristo.
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